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Código de Conducta, un sello de confianza para los clientes

Código de Conducta, un sello de confianza para los clientes

La ACHAI estableció principios y estándares éticos que sirvan como base para la industria financiera.

“No se puede, como asesor de inversión, privilegiar el recibir una mejor comisión por parte del proveedor del producto en desmedro del cliente. Siempre el cliente tiene que elegir el mejor producto de acuerdo con su perfil, sin importar si eso implica para el asesor una mayor o una menor comisión”.

El ejemplo lo entrega Arie Gelfenstein para ilustrar de manera pedagógica el espíritu que resguarda el recién creado Código de Conducta de la Asociación Chilena de Asesores de Inversión, ACHAI.

Cuidar al cliente es la declaración profunda de este documento, que establece los principios y los estándares éticos que guíen la conducta de sus miembros, y que fue aprobado el 1 de septiembre por el directorio de la organización gremial.

Si bien todo asesor independiente tiene un código de conducta, este nuevo documento busca sentar bases más robustas para la industria en general.

“Todos los asesores que inician sus actividades tienen un código que incluye normas hacia su cliente, a sus trabajadores y proveedores, pero era altamente deseable que no solamente fuera hecho de manera individual. No es la idea que alguien haga un código a su manera, porque se trata de algo parcial sobre temas que son bastante más complejos, como el riesgo financiero, por ejemplo. Por eso, acá tenemos algo establecido por una asociación gremial como la ACHAI, que sienta las bases para toda la industria. Sirve para los miembros, naturalmente, pero también para cualquier asesor de inversiones de afuera que lo quiera tomar como referencia. El objetivo es aportar en el orden y profesionalización de una industria nueva. Y en este caso particular, el documento incluye las mejores pautas internacionales”, explica el director.

Meses de trabajo

Justamente hubo un largo recorrido para dar luz a este Código de Conducta, que se potenció especialmente con una visita a EFPA, la Asociación Española de Asesores y Planificadores Financieros.

“Desde fines del año pasado empezamos a darle vuelta al tema. En esa dinámica, viajamos a España y fuimos recibidos por la EFPA, que es el órgano que tiene a su cargo la acreditación y certificación de quienes realizan asesorías en ese país. Ellos tienen un Comité de Ética y también un código que trabajan desde hace 30 años y que ya va en su tercera versión. Luego de eso sacamos experiencias internacionales con las asociaciones de México y Colombia”, cuenta Gelfenstein.

En Chile, la ACHAI formó comités en los que participaron 17 asesores de inversión. Con una primera versión, el documento se pudo sensibilizar con los socios para recoger opiniones y sugerencias. Tras el borrador final, con una asesoría del área legal, se votó en el directorio, dando vida al Código y a su reglamento.

“Esto debería no solo ser la guía de la ACHAI, sino de todo el mercado financiero. Tener este código atrae más confianza de los inversionistas a la larga, porque es un sello, una garantía que hace que el cliente se sienta protegido. Es una muestra de autorregulación efectiva, porque el asesor está cumpliendo no solo con la normativa de la CMF, sino con los propios códigos de una agrupación que ha recurrido a los principios generales de las asociaciones en el mundo”, destaca.

Funcionamiento

Si bien el Código de Conducta establece normas que guían a los asociados de la ACHAI, no es un instrumento fiscalizador. Pero si surge alguna denuncia que involucre a los afiliados al gremio, entonces opera el Comité de Ética para ver el caso según el reglamento.

“Si eso pasa, el Comité estudia el caso, cita a las partes, les da derecho a defenderse y a presentar pruebas. Según eso, se lleva al directorio de la ACHAI. Entonces es el directorio el que toma la decisión final, que puede ir desde una amonestación hasta la expulsión en un caso muy extremo”.

En las próximas semanas se formará el Comité de Ética, que estará compuesto por 3 miembros. Mientras se estudia a los postulantes, se cuenta con que el presidente lidere y vigile la obligación de juntarse a lo menos dos veces al año, o bien cuando sea necesario.

Regalos

Otro ejemplo concreto de lo que aborda el Código de Conducta son los regalos.

“Se pueden aceptar, pero por un monto menor. No me puede regalar un Ferrari un proveedor de productos por haber asesorado a un cliente gigantesco. En un caso así habría una falta ética enorme. Es como que se compró a alguien para que pudiera vender un producto determinado”.

En este marco, la ACHAI destaca la proyección que alcanza el Código de Conducta.

“Es muy importante porque nos deja al nivel de los países desarrollados. Esto nos permite internacionalizarnos como gremio, nos permite convenios con otros países que también cuidan a sus clientes y tienen los mismos códigos”, resume el director.

Para ver el Código de Conducta, pinchar aquí